1. LA CONSERVACIÓN

Para que una joya se mantenga impecable, debemos poner atención a cómo la guardamos.

Si el espacio lo permite, lo ideal es en su estuche original.

De no ser así, os recomiendo guardarla envuelta en algodón, nunca mezclada con otras, para evitar que se arañen.

2. LA LIMPIEZA

Limpiarlas con un jabón neutro, agua tibia y un cepillo suave. Pasaremos el cepillo siempre con mucha suavidad, aclarar bien y secar con delicadeza.

 El oro y la plata, como metales nobles que son, se oxidan reaccionando de distinta manera; el oro amarillo toma un tono más anaranjado y la plata se amarillea y ennegrece.

 Además de la limpieza con jabón, se puede utilizar las gamuzas especiales de oro y plata de venta en ELENA C o bien llevar la pieza a alguno de nuestros puntos de venta.

3. EL ORO BLANCO

¿Por qué se pone de un tono amarillento?

 

El oro blanco es oro puro (amarillo) en su mayor parte, mezclado con otros metales, como el paladio, hasta conseguir la dureza de 18 quilates y cuyo color característico es un gris apagado.

 

Para darle el acabado final del blanco luminoso que lo hace tan especial, se da un acabado final con rodio. Esta capa de rodio se araña y deteriora, se va perdiendo, y es necesario volver a aplicársela cada cierto tiempo para que vuelva a recuperar ese blanco luminoso. Lo mejor es enviar la pieza a nuestra tienda ELENA C para aplicar de nuevo ese rodio. Su duración dependerá de diversos factores: del uso que le demos, del roce que reciba y del PH de la piel de cada uno.

4. TENER EN CUENTA LA DUREZA DE LAS PIEDRAS

El diamante es la piedra preciosa más dura que existe. seguida de zafiros etc. Sin embargo  que sea dura no significa que no pueda ser frágil y se pueda romper ante un golpe seco y certero. Teniendo esto en cuenta, la fragilidad irá aumentando en zafiros, amatistas, prasiolitas, topacios, cuarzos, adularias, etc.

 

Por eso, cuando vayas a realizar actividades en las que tus joyas puedan recibir golpes, hay que tener en cuenta el grado de dureza de la piedra que llevamos puesta para evitar golpes o roturas.

5. EVITAR A SUS ENEMIGOS

Todos los metales nobles son agredidos por el mercurio de manera permanente. En caso de tener un accidente con él, llevar de manera urgente la pieza a la tienda ELENA C para que nuestro taller lo elimine y evitar así un mayor deterioro.
Las piezas bañadas en oro, aunque sea de 18 quilates como las colecciones de ELENA C, se deterioran si les aplicamos perfumes, lacas, cremas, alcoholes, etc.
A estos mismos productos son también muy sensibles las perlas, coral, turquesas, marfiles y todas las piedras porosas.
El otro factor que determina la duración en perfecto estado de los baños de oro y la buena conservación de las piedras de origen orgánico, es el PH que cada uno tenemos. Dependiendo de su acidez afectara

6. PUESTA A PUNTO DE LAS JOYAS

Las joyas son productos artesanales expuestos a un desgaste y para su buen mantenimiento recomiendo revisar periódicamente el engaste de las piedras, los hilos de los collares enfilados y el pulido de las piezas con partes muy lisas ya que en ellas se aprecian más rápidamente los arañazos que puedan recibir.

Del mismo modo que cuidamos nuestras prendas favoritas, también las joyas necesitan un cuidado adecuado y unas revisiones periódicas para que se mantengan a lo largo de los años igual de bonitas.

7. CONFIE EN LOS PROFESIONALES

nte cualquier duda o consulta que le pueda surgir, disponemos de un equipo muy cualificado que estará encantado de atenderle y ofrecerle el mejor servicio.

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